La baja de Julián Quiñones, lesionado en el muslo y fuera por al menos tres semanas, ha obligado a Javier Aguirre a replantear la delantera del Tri para los amistosos frente a Uruguay y Paraguay. A esto se suma la ausencia de Santiago Giménez, lo que deja un hueco considerable en el ataque y abre una oportunidad dorada para Armando “Hormiga” González, delantero del Guadalajara, quien atraviesa el mejor momento de su joven carrera.
Con 11 goles en el Apertura 2025, González se ha convertido en uno de los máximos artilleros del torneo y en pieza clave para el conjunto rojiblanco. Su explosividad, movilidad y olfato goleador lo han puesto en la conversación como posible convocado al combinado nacional. En un escenario donde el Tri necesita aire fresco y variantes ofensivas, su inclusión parece más que razonable.
Más allá de las cifras, el atacante aporta algo que México necesita: actitud, intensidad y una mentalidad competitiva. Sería además una apuesta estratégica, pues Aguirre podría evaluar nuevas opciones rumbo al Mundial 2026. Convocar a la “Hormiga” no solo sería un premio a su desempeño, sino una inversión hacia el futuro.
La pregunta no es si merece el llamado —sus números lo avalan—, sino si la Selección aprovechará este momento para renovar su ataque con jóvenes que están demostrando su valía en la liga. En tiempos de transición, abrir espacio a talentos en racha podría ser la mejor decisión.