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Fotografía: Inteligencia Artificial
El reciente robo a la vivienda de la actriz Susana Zabaleta, en la alcaldía Álvaro Obregón, trajo sobre la mesa el modus operandi conocido como “La Patrona”, una modalidad de extorsión y robo que opera mediante engaños telefónicos dirigidos a las o los trabajadores del hogar.
El esquema consiste en que los delincuentes suplantan la identidad del empleador o empleadora para comunicarse con el personal, fingiendo una emergencia. Con tono de urgencia y persuasión, logran que entreguen dinero, joyas o pertenencias a un supuesto mensajero o desconocido, bajo la creencia de que están ayudando a sus patrones.
El esquema consiste en que los delincuentes suplantan la identidad del empleador o empleadora para comunicarse con el personal, fingiendo una emergencia. Con tono de urgencia y persuasión, logran que entreguen dinero, joyas o pertenencias a un supuesto mensajero o desconocido, bajo la creencia de que están ayudando a sus patrones.
Aunque no es un método nuevo, el caso ha reavivado la atención sobre un tipo de fraude que desde hace años se ha detectado en zonas residenciales ubicadas en la alcaldía Miguel Hidalgo, Álvaro Obregón y Cuajimalpa, donde los delincuentes aprovechan la información disponible en redes sociales para identificar domicilios y nombres de las víctimas.
En años recientes, la policía de la Ciudad de México ha detenido a personas relacionadas con este modus operandi. Las autoridades reiteran la importancia de verificar cualquier llamada o mensaje directamente con los empleadores y reportar de inmediato los intentos de engaño al 911.
