Esta semana, se entregaron los Premios Princesa de Asturias 2025 y dos de los ocho galardones estuvieron destinados a mexicanos: el de las Artes fue para la espléndida fotógrafa Graciela Iturbide y el de la Concordia para el Museo Nacional de Antropología e Historia. En su discurso, Leonor, Princesa de Asturias, expresó su deseo de recorrer el Bosque de Chapultepec y visitar el museo que recibía la distinción.
La entrega de estos premios y la declaración de la heredera al trono de la Corona española no son sólo merecidos reconocimientos a la cultura mexicana. Son declaraciones políticas de buena voluntad del Estado español hacia México. Al ser cuestionada sobre los deseos de viaje de Leonor de Borbón, Sheinbaum, reflexionando antes de responder, simplemente dijo “vamos a ver”.
Las relaciones entre México y España se encuentran en uno de sus mejores momentos. España es el segundo inversionista en México después de Estados Unidos. Numerosas empresas mexicanas se asientan en el país ibérico y viceversa. Hay un intenso intercambio comercial entre los dos países, que en 2023 superó los 11 mil millones de dólares.
También hay un cuantioso flujo de personas, con más de un millón de turistas mexicanos en España en 2024 y alrededor de 236 mil españoles en nuestro país. Hay casi 190 mil españoles viviendo en México y alrededor de 70 mil mexicanos en España.
Sheinbaum rectificó la nociva postura de AMLO con respecto a España, quien dijo que las relaciones con ese país se ponían en pausa. Ahora, la presidenta afirma que “no se ha roto ninguna relación”. La voluntad de la presidenta de reforzar los lazos con España se muestra con las visitas recientes de las secretarias de Turismo y Cultura y con el préstamo de 400 piezas prehispánicas para exposiciones en Madrid.
Pese a ello, no se permite distanciarse del todo del dogma obradorista, por lo que insiste en que España pida perdón a México por la conquista y los términos en los que se llevó a cabo.
Este apego al lastre de la política de AMLO lleva a que México no explote todo el potencial que tiene una relación estratégica, que, por lo demás, es la puerta de entrada de nuestro país a la Unión Europea. Ésta es la herencia de un capricho ideológico cuyo único fin era remover fantasmas identitarios que ocupan un lugar privilegiado entre los mitos nacionales.